Alimentación saludable

Tener una buena salud es fundamental para poder realizar las actividades del día a día con energía. Una alimentación saludable nos ayudará a tener una vida sana.

La alimentación es más que una necesidad; es también un placer y una forma de expresarnos. Una alimentación saludable debe satisfacer estas tres dimensiones y guardar un equilibrio. En la sociedad actual nos encontramos con una amplia y creciente variedad de alimentos entre los que elegir para alimentarnos. Ante esta variedad, sin embargo, muchas veces nos encontramos sin capacidad de elegir el más correcto para nuestra salud y la de nuestra familia. A veces esa amplia disponibilidad de alimentos nos lleva también a comer en exceso y elegir mal los nutrientes.

Beneficios de una alimentación saludable

Los atributos que caracterizan a una alimentación saludable son: seguridad, variedad, equilibrio, moderación y que sea apetecible. A estos atributos se le ha unido en los últimos años, otro, muy importante: sostenibilidad. Es decir, la dieta no sólo debe ser saludable para nosotros, sino también para el entorno o medioambiente donde vivimos.

Una alimentación saludable ayuda a proteger la salud y a prevenir enfermedades. Muchos estudios relacionan la falta de una alimentación saludable con enfermedades crónicas (cardiovasculares, obesidad, diabetes, cáncer, etc), demostrándose así que una alimentación inapropiada es uno de los principales factores determinantes del desarrollo de estas enfermedades.

Una alimentación sana permite por un lado que nuestro organismo funcione con normalidad, que cubra nuestras necesidades fisiológicas básicas, y por otro, reduce el riesgo de padecer enfermedades a corto y largo plazo. No se trata de una relación directa de causa-efecto, pero sí contribuye a aumentar el riesgo de aparición y desarrollo de dichas enfermedades.

Enfermedades sin una alimentación saludable

Por el contrario, una mala alimentación, con exceso de grasas saturadas, sal, azúcar y la forma de cocinar ciertos alimentos (frituras y rebozados) se asocian a algunas enfermedades. Según la OMS, cerca de 2,7 millones de personas fallecen al año por una mala alimentación, por un bajo consumo de frutas y verduras. Algunas de las enfermedades que se relacionan con una mala alimentación son las siguientes:

  • Diabetes
  • Cáncer
  • Sobrepeso y obesidad
  • Problemas bucodentales: La comida rápida, rica en grasas y azúcares o los alimentos precocinados son alimentos que favorecen la proliferación de bacterias cariógenas.
  • Hipertensión arterial
  • Colesterol elevado o hipercolesterolemia

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